domingo, 20 de noviembre de 2011

Reseña de "Ainulindalë" de "El Silmarillion" de J. R. R. Tolkien.

La mitología siempre ha atrapado la imaginación del hombre; en los primeros tiempos para explicar lo que no tenía expliación. Con el tiempo y la fusión de las religiones paganas y las cristianas se perdieron, adaptaron y fundieron las historias de las religiones politeístas con las historias de las religiones monoteístas.

La lectura de la primera narracción de este libro es Ainulindalë. Este texto corto de 10 páginas me cautivo. 
La razón una, todas las referencias de diferentes historias medievales, modernas, bíblicas, nórdicas, griegas y celtas.

Ainulindalë. (Resumen)

Cuenta el origen del mundo Eä cuando Ilúvatar o Eru era lo único que existía. Éste creo todo a partir del pensamiento, "a los Ainur que les dió la vida eterna, los sagrado que eran vástagos de su pensamiento" y como a través del habla y de lo que les pidió se gestó la música. A través de ella se crearía todo el mundo conocido y como lo imaginaran ellos. 

Tres veces, se crea la sinfonía que creará el mundo. En ellas Melkor, el Ainur envidioso, quiere interferir en la creación porque su deseo de poder es enorme. Esto fue posible porque las mentes de todos los Ainur están conectadas, y cada uno tuvo su parte en la concepción del mundo. En cada intervención, cuando la música perdía el equilibrio y la belleza por los pensamientos de Melkor, Eru introducía un nuevo tema y en medio de todo el caos era más bello y fuerte que el anterior.

En la batalla por la creación del tema, Ilúvatar habló y dijo que todo era parte de su plan y les mostró a los Ainur su creación. Ninguno comprendió las palabras de Eru. Él mostró la visión el mundo que crearía y a partir de la palabra tuvo sustancia y realidad.

Entonces todos al bajar a la tierra se dieron cuenta de que ellos eran los encargados de dar forma y para eso decidieron tomar una manifestación física. Los Ainur, los Valar, se conviertieron en los Dioses de los elementos de la naturaleza con los que estaba hecho Arda.

Melkor lleno de envidia e ira la ver lo que ocurría descendió a Arda y con ello empezó la Primera Guerra en Arda. Todo cuanto los Valar creaban, todo lo destruía. En este proceso se creo la tierra firme.

Al final ellos habitan en Los Abismos del tiempo y entre las estrellas innumerables.


Opinión personal del texto:

Mi primer referencia es con la Biblia porque la descripción es similar al Génesis: no existe materia, solo Dios (Ilúvatar) mismo y a través de su pensamiento y palabra crea de la nada una realidad. Los Ainuir, se me figuran un coro de ángeles encargados de dar tener todo en orden. -En el texto se describe el coro y a mi mente llegó la imagen de un par de escenas de la película "Un ángel enamorado" donde solo ellos escuchan su propio canto-.

También vino a mi mente la idea de Lúcifer, el hijo predilecto de Dios, quién por envidia y saber su lugar quiere ser superior a Dios. Melkor cuadra de manera impresionate con esta descripción, al final el lugar que habita Melkor, equivale al infierno que guarda al ángel caído bíblico.

Los Valar eran dieciséis, los nombres entre paréntesis son los dioses equivalentes griegos y nórdicos: Manwë, Rey de los Vientos (Eolo); Varda, Reina de las Estrellas; Ulmo, Señor del Océano (Poseidón); Nienna, la Plañidera; Aulë, el Herrero (Hefesto); Yavanna, Dadora de Frutos (Deméter); Oromë, Señor de los Bosques (Dagda); Vána, la Joven; Mandos, Guardián de los Muertos (Hades); Vairë, la Tejedora; Lórien, Señor de los Sueños (Morfeo); Estë, la Curadora (Asclepio) ; Tulkas, el Fuerte (Heracles); Nessa, la Bailarina. Y Melkor, que se reveló contra Eru, y a quien más tarde se le daría el nombre de Morgoth, el Enemigo Oscuro.

 No quiero decir más porque puedo cometer el error de ver cosas que no son. Sin embargo, si les puedo asegurar a los amantes de los textos mitológicos que esta breve narración los atrapará.

Nota: para leer es necesario realizar mapas genealógicos para comprender el desarrollo de la historia.

Disfruten su lectura.

Dy.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Reseña de "El Silmarillion" de J. R. R. Tolkien.

Hace algunas semanas me regalaron este libro. La idea principal es que la persona que me lo regaló y yo lo leyéramos al mismo tiempo y compartiéramos opiniones, visiones e impresiones de la lectura.

Antecedentes personales: Durante el año de 2006, trabajé en un colegio que apostaba por la lectura. No inicié el ciclo escolar, llegué a sustituir a una profesora. Uno de los libros que mis grupo de alumnas tenía que leer era "El Hobbit" del mismo autor -de él, solo conocía "El Señor de los Anillos" por las películas-.

Debía preparar el examen de comprensión de lectura y me bebí "El Hobbit" en tres días. Tiempo después comentando con unos amigos y colegas de la UNAM, dije que me había encantado el texto de Tolkien. Y en la plática me dijeron que "El Silmarillion" narraba el origen de los libros de dicho autor. A partir de ese momento, me propuse leerlo. Y años después está en mis manos.

Estoy enteramente convencida de que uno no escoge el libro que leerá en determinado momento de tu vida; sino por el contrario, el libro lo elije a uno.

Este es el texto correspondiente en mi nueva etapa como mujer.

 Ficha técnica:


Editorial: Ediciones Minotauro
ISBN: 978-37-0200-8
Edición: 1ª
Formato: Rústico
Año: 2004
No. de páginas: 448
Idioma: Español
País: México








Sinopsis:

El Silmarillion es la semilla o génesis de los textos narrativos de J.R.R. Tolkien. Este texto no lo público en vida porque lo escribió en diversas épocas de su existencia. La edición que llega a nuestras manos se la debemos a gradecer a su hijo Christopher Tolkien.

El Silmarillion narra la historia de la Primera Edad, el antiguo drama del que hablan los personajes de El Señor de los Anillos, y en cuyos acontecimientos algunos de ellos tomaron parte, como Elrond y Galadriel.

Los tres Silmarils eran gemas creadas por Fëanor, el más dotado de los Elfos, y contenían la Luz de los Dos Árboles de Valinor antes que los Árboles mismos fueran destruidos por Morgoth, el primer Señor Oscuro. Desde entonces la inmaculada Luz de Valinor vivió sólo en los Silmarils, pero Morgoth se apoderó de ellos, y los engarzó en su corona, guardada en la fortaleza impenetrable de Angband en el norte de la Tierra Media.

En este volumen se incluyen otros textos cortos independientes, como el Ainulindalë o la Música de los Ainur, que explican la creación mítica del mundo, y el Valaquenta, sobre la naturaleza y poderes de los Dioses antiguos. A El Silmarillion sigue el Akallabeth, que vuelve a narrar la caída del reino de Númenor al fin de la Segunda Edad, y por último la historia De los Anillos del Poder, en la que el tema de El Señor de los Anillos reaparece en la perspectiva más amplia de El Silmarillion.